Mis claves del éxito
Empiezan todas con C. Ninguna involucra hacer tapping. —Por Vik Arrieta
Hola happimessy! Si te pasaste las últimas semanas ordenando tu agenda, sacando turnos médicos postergados, proyectando gastos e ingresos para trazar un plan financiero que cuide tus pesos… además de estar alineada con la realidad país, estás alineada con la energía que nos trajo la última luna llena en Virgo (el 24 de febrero). En este espíritu de orden y progreso:
La confianza en una misma, es el primer secreto del éxito.
—Dicho por mujeres exitosas, muchas veces, de muchas maneras similares.
Mañana es #8M y no está de más recordar que las mujeres tenemos un desafío especial al momento de alcanzar el éxito en este mundo. El “Monólogo de Gloria” en Barbie, la película, lo dejó bastante bien ilustrado.
Si bien nos dicen que “confiar en nosotras es clave”, el terreno está minado de bombas a la autoestima. Siempre estamos haciendo algo mal. Lo cual no debería ser un problema, porque errar es parte fundamental de hacer, pero en el mundo femenino no siempre nos lo tomamos tan a la ligera. Tenemos la vara altísima, ¿o no?
Reformulemos un poco entonces: el éxito se define por los objetivos que nos seteamos. Ahí es donde cada cual puede exigirse como mejor le parezca y no hay juzgamientos objetivos que valgan. Sí, la revista Forbes te va a decir quiénes son los más exitosos jóvenes menos de 30 o 40 años, quiénes son las personas con las fortunas más grandes en el planeta y los diversos premios en todas las industrias van a setear la altura de las cumbres de cada territorio. Pero esa “objetividad” construida por medios e instituciones, la historia a probado que no siempre funciona a nivel subjetivo: personas muy exitosas según varias de estas métricas, tuvieron finales muy tristes. Entonces…
Actividad práctica:
Antes de sentir que estás perdiendo en “El Juego de la Vida”, escribí tus propios objetivos, los que vos elegiste, y fijate cómo estás en relación a esos. Porque los que vienen con la versión original del juego quizás no te sirven, no te llenan ni te representan, y si te vas a evaluar en relación a ellos, quizás vas a querer arrojar el tablero por la ventana.
La fórmula del éxito
Hoy me encuentro que la internet/RRSS está llenísima de fórmulas y soluciones cuasi mágicas para el éxito. Muchas vienen arrastrando productos detrás: desde software hasta medicina alternativa, pasando por cursos de lo que quieras. En esta última categoría he visto cosas muy serias y otras que me erizan. No, no en el buen sentido.
Si me preguntás a mí, según mi experiencia de señora empresaria self-made de 42 años, no te va a hacer exitosa que te hagas tapping todas las mañanas y te digas “soy grandiosa, me merezco el éxito”. Tampoco que prendas una vela y le deslices un papelito con instrucciones debajo. No es magia ni una confianza desarraigada lo que atrae a tu vida las situaciones que deseaste, son acciones responsables. No hace falta que te convenzas con mantras de que te lo merecés, porque esa certeza llega cuando vas confirmado objetivos. Y si los objetivos que te ponés no se confirman, no es una señal de que te falto “aceptarte profunda y completamente”, es una señal de que algo no se pensó bien y lo tenés que pensar y hacer de nuevo.
Mis 5 claves
No quiero venderte otra fórmula, quiero transmitirte lo que me enseñó la experiencia. Lo organicé como 5 palabras que empiezan con la letra C de “clave”, porque calzan justo y hacen más fácil que lo recuerdes. Espero que te sirvan como un mapa cuando tengas un día nublado.
Esta es difícil y por eso es clave. Si no fuera difícil, seríamos todos mega exitosos. Te diría que gran parte de las razones por las cuales nos cuesta tanto tener claridad de objetivos, es porque la cultura pop está empeñada en que seamos consumidores bobos antes que críticos, que tengamos un agujerito en el pecho que solo se llena con una búsqueda incesante e imposible: si no sé lo que quiero, no me queda otra que probar y probar, comprar y comprar.
¿Cómo se gana claridad? Leyendo y escribiendo. Teniendo experiencias y escribiendo sobre ellas.
Escribir sobre algo nos obliga a contrastar ideas, lo cual lleva tiempo (escribir es un trabajo arduo, acordate de los trabajos prácticos del secundario) y nos abre preguntas. Buscar esas respuestas es lo que trae claridad, porque en el camino se van descartando las capas que no aportan, como si peláramos una cebolla. Cuando no tengas claro qué querés, escribí.
Una de mis palabras preferidas. Siento que tengo la bendición de poder acercarme a ella sin tanta reverencia: el coraje es, esencialmente, un motor. No te asegura que estés haciendo las cosas bien, para nada, pero te asegura que haya movimiento. Nadie puede ser —excepto curiosas circunstancias— corajudo estando quieto. Es que, si lo pensás, incluso en la quietud de quién se para frente a un tanque de guerra o decide hacer una huelga de hambre, hay un movimiento constante, imperceptible pero real, hacia el centro de la certeza. Y sumate una C más al combo: la certeza es el coraje.
No existe la certeza como tal, nadie puede estar en lo cierto si no lo intenta primero: es en la acción que sabemos “lo que verdaderamente es”.
Con esta clave hay un riesgo de mala interpretación: la constancia no es hacer siempre lo mismo. Nadie quiere tropezarse dos veces con la misma piedra.
Se trata de equilibrar la energía del avance, para que no haya un sobre esfuerzo o un desperdicio que te dejen sin impulso luego. La constancia es sobre ecualizar parejo, ni mucho ni poco volumen, lo justo.
Esa constancia en la entrega te va a permitir completar la maratón que viene asociada a los objetivos. Y sí, puede que tengas algunos que venga formateados como un “sprint”: una carrera corta en la que hay que ir rápido. Pero incluso en esos casos, hay que sostener una entrega de energía que te permita avanzar “a tiempo” y llegar al final. ¿Cómo determinar el ritmo adecuado? Para esto, mi amiga, es que planificamos. Cuando entendemos los pasos que tendremos que dar, es más fácil distribuir nuestros recursos para que se desplieguen en forma constante y sustentable. Obviamente, también es válido descansar y recargar. Pero un descanso programado es lo que queremos: no una licencia médica por burnout.
La más linda de las claves porque te pide honrar tu capacidad creadora. Y esto tiene que ver con que, sin importar el objetivo que te propongas, hay algo tuyo que podés —y que tenés que— sumar en el camino, para que eso que alcances sea 100% tuyo.
Los objetivos cumplidos que nos llenan emocionalmente de sensación de éxito, no son los que te imponen desde afuera, sino los que te proponés vos. En ese espacio, entre lo que el afuera pide y lo que querés vos, está tu territorio para crear.
Podés heredar dinero de un familiar desconocido o ganarte el loto, si para vos era un objetivo ganar ese dinero como resultado de hacer algo que te gusta mucho, te aseguro que ese objetivo te quedará incumplido. Por más que el dinero lo tengas. Será un momento hermoso (no lo dudo) de setear otro objetivo, pero sobre ese no te vas a elevar victoriosa. La creatividad es esencial para el éxito, por eso me destruye que tantas personas sientan que no pueden crear. Por supuesto no me refiero a la creatividad desde el arte, que es un hermoso portal a través del cual podemos conectar con nuestra capacidad creadora, sino de la creatividad que nos nace cuando tratamos de resolver un problema sin solución, o de mejorar algo que existe pero no resuelve del todo un problema o no lo hace de la mejor manera posible. Esa es la creatividad que todos tenemos, una fuente inagotable de inventiva que cualquiera puede cultivar.
La última C nos recuerda que nuestros objetivos se enmarcan en un horizonte compartido con otros seres humanos, se entrelazan, se potencian y también se oponen.
Estamos todos juntos en este planeta y nuestras búsquedas nos asocian. Podemos elegir ser islas o lobas solitarias, pero en mi experiencia, es posponer un conflicto que cuanto más tiempo nos demoremos en enfrentar, más grande se vuelve.
Explico: a veces, para que nadie nos “desvíe” del objetivo, nos encerramos dentro de un capullo, convencidas de que en el momento que estemos 100% listas vamos a romper nuestra crisálida como victoriosas mariposas para la admiración del mundo entero. Y lo que puede pasar es:
No te animás a salir nunca, porque siempre hay algo más que podés hacer para mejorar antes de tu gran debut, convencida de que, después de tanto tiempo, todo tiene que ser absolutamente perfecto.
Salís y no hay nadie porque están todos mirando para otro lado, porque nadie sabe qué cosas importantes estabas haciendo y, francamente, hace tanto que no preguntás ni pedís ayuda que… dejaste de estar “en agenda”.
Salís y no recibís la respuesta que esperabas: te esperan con comentarios que, por más constructivos que sean, se sienten como dagas en la espalda. Pero claro, tampoco les diste una chance de comentar cuando estabas a tiempo de hacer algo al respecto…
Ir por nuestro objetivos acompañadas por una comunidad es clave porque no posponemos aprendizajes.
Por supuesto que va a desafiar nuestra claridad, nuestro coraje, nuestra creatividad y nuestra capacidad de sostener la entrega. Pero es este desafío que nos ponen los otros, es el que nos hace crecer (anotame otra C acá). Comunidad es la C que hace que todas las otras “C” vayan creciendo hasta encontrarse en “la gran O”: la de “objetivo cumplido”.
¿Qué opinás de mis claves? Si te gustaron, ¿me dejás un comentario y me contás si te ayudé a reformular algunas ideas? Si te animás, contame qué fórmulas para alcanzar objetivos no te sirvieron mucho (sean mías o de cualquier otra fuente). Quizás podamos pensar juntas porqué.
Para seguirla:
Si te quedaste con ganas de escuchar cómo llegué a ser una self-made empresaria, te dejo la entrevista que me hizo Sabri Mauas en su muy genial No Ordinary People.
En las próximas ediciones de este enews: Cómo aplicar estas 5 claves (un ejercicio práctico de journaling) y cómo Beyoncé cultiva su autenticidad.
¡Nos vemos el próximo jueves!
Gracias ! Súper claro y motivador !
Espero con ganas la próxima entrega de tips de aplicación. 💜✊🏻
¡Me encanto! Gracias por la generosa claridad en tus palabras Vik 💛. Inspira a moverse, a crear, a salir y atreverse a ver que pasa.