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Hola happimessy! El otro día una amiga me contó que se unió a un “club de mujeres” que quieren “encontrar el amor de sus vidas”. Esto me despertó mil preguntas porque yo estoy en pareja desde hace más de 20 años y “me perdí” las 2 últimas décadas de evolución del mundo citas. Pero además, me pareció que el tema tenía que ver con la frase de la semana en tu Agenda Happimess:
No hay un límite para las aventuras que podemos tener, siempre y cuando las busquemos con los ojos bien abiertos.
—Frase adjudicada a Jawaharial Nehru (1889-1964, Nueva Delhi), primer ministro indio destacado en la lucha por la independencia de su país del Imperio británico. Él no tiene nada que ver con mundo citas pero su frase sobre elegir las aventuras es una de las elegidas para nuestro mes “Full Color”.
Si matchear románticamente con otra persona ya era una tarea compleja, con el advenimiento de las redes sociales, la pandemia y la inteligencia artificial, me cuentan que ya se volvió la trama de Misión Imposible 8. Y si bien en esta tribu apreciamos un buen desafío, también sé que nos gusta plantarnos en forma crítica —e inventiva— cuando hay cosas que hay que repensar.
Así que, repensemos.
La mejor aventura
Decime romántica incurable pero para mí, sin duda, el amor es la gran aventura de la vida. En todos sus formatos, amor propio incluido of course. Y es una aventura de evolución personal, la hagas con parejas, amigos, hijos, familia: el amor te desafía cuando está y cuando no está.
El amor es esquivo como el Santo Grial de Indiana Jones y esa es la aventura. Una que demanda tener los ojos bien abiertos (para no caer en cualquiera, para que no se te escape el amor que vale la pena, etc). En conclusión:
No hay límites para las aventuras del corazón que podamos tener… pero elijamos bien.
Es comprensible que se lleve mucho ancho de banda en nuestra mente, que consuma mucho de nuestro tiempo lograr los objetivos que nos ponemos alrededor de amarnos y dejarnos amar. Sin embargo, cuesta confesar cuando no nos sentimos claras, satisfechas, felices o completas en nuestro corazón, aunque nos pase a todas (incluso a las que estamos en pareja, pues las parejas son vínculos en evolución también y no todos los días son The Notebook… gracias al cielo, voy a añadir). Esta verdad cruda no se comparte con cualquiera.
Volviendo a mi amiga: cuando me contó de este club, quise saberlo todo. El tema es que recién arranca y entonces no hay mucho para contar todavía. Pero me disparó la curiosidad para entender que está cambiando la forma de buscar pareja y de hablar del tema, de nuevo otra vez (entiendo que siempre está cambiando, pero a veces las tendencias tienen momentos en los que se empiezan a ver más claras o se consolidan).
Le pregunté cómo había llegado a este club y ella me contó que en realidad venía pensando en este tema hace un tiempo. ¿El disparador? No se sentía “con ganas” o “a gusto” para salir en una cita con nadie: no podía conectarse con ese deseo. Se preguntó:
¿Qué me pasa que no estoy considerando tener una pareja en serio…? Pero por otro lado: si la paso tan bien sola, ¿por qué tengo que salir con alguien?
Y claro, cuando una mujer exitosa está “en una” con ella misma, quizás no le queda mucho tiempo en la agenda para bancarse la logística del matchmaking. La propuesta de Tinder quizás se vuelve cuesta arriba, porque perdió su brillo de novedad, porque no entregó lo que prometía, porque “falta algo”, porque la satisfacción sexual tiene un camino más corto, seguro y efectivo. Las apps, parece, no le engancharon la vuelta del todo al meollo de la cuestión.
Nuevas formas de encontrar lo que siempre andamos buscando
Hagamos un repaso, a ver si las sabemos todas. Formas “alternativas” —a encarar en un bar/boliche, engancharse con alguien del trabajo o que te presenten al amigo de alguien— para conocer al posible amor de tu vida:
Viajes de aventura en grupo: Empresas especializadas en armar grupos de singles. Una que podés investigar es Buenas Vibras. Los viajes son un contexto relajado pero emocionante para conocer nuevos amigos y la cuestión de la adrenalina parece ser una clave para que se den conexiones especiales.
Asociaciones y clubs culturales: Ideal para matchear con alguien que comparta tus intereses, ya sea el arte, la reforestación o la reparación de artefactos. ¿Te gusta la música? Chequeate los eventos de Nómade, Open Folk y de Hay Plan. ¿Cine? Cinema Club Company. ¿Tarot? Casa Gin y Rebelión.
Cenas grupales y eventos gastronómicos (como catas de vino): La comida une a las personas, y qué mejor manera de conocer a alguien que compartiendo una mesa y unos vinitos. Esta modalidad es de las más nuevitas que está pisando fuerte. ¿Dónde chequear fechas? En Las Patriotas, Vino El Salvador, Vereda Adentro y Lardito.
Running y deportes al aire libre: Otra manera de entrar por un punto en común, mientras que realmente te interese el deporte… porque tarde o temprano, si no pensás correr una maratón ni en broma, la verdad sale a la luz. Gimnasios y plazas son el punto de encuentro.
Apps: Las aplicaciones de citas como Tinder, Bumble y Hinge siguen siendo una opción. Te ofrecen la posibilidad de filtrar por intereses, ubicación y mucho más. Pero ojo, que los directos de Instagram mueven un montón de encuentros. ¿La contra? La privacidad, la seguridad y que la “cultura” de cada app marca bastante el estilo de los encuentros que generan. En Europa, donde funcionan otras apps, diferentes. que ayudan a armar comunidad de amigos para el encuentro y no solo parejas, pero que son puntos de partida para que se generen después otras conversaciones, la cosa funciona un poco distinto.
Inteligencia artificial: En Telegram, Flirtu es un bot que sugiere personas con intereses similares. A partir de tu información personal y sin dar a conocer a nadie tu ubicación exacta, te sugiere personas con intereses similares que viven cerca tuyo, para chatear por Telegram. Se accede como un canal. Se lo encuentra mediante la función de búsqueda, se elige un idioma, género, edad, ciudad de residencia y luego la alternativa de pareja (opcional).
Metaverso: En un modo techie más elaborado, los mundos virtuales del metaverso como Second Life también han formado parejas. El plan es conocerse siendo un avatar y que el vínculo nazca por pura afinidad, dejando de lado todo lo demás: lo físico, la nacionalidad o lugar de residencia, el status económico. Después, se concreta en la vida real.
Consultoras matrimoniales: Las consultoras matrimoniales todavía existen y ofrecen un servicio personalizado para encontrar la pareja ideal. Si alguien alguna vez pasó por esto, ¿por favor nos cuenta en comentarios?
¿Cuál de estas opciones te animarías a explorar en tu aventura por encontrar el amor?
¿Te acordás cuando íbamos a bailar?
La aventura de conocer a una pareja en la adolescencia y los 20, es muy distinta a la que podés tener cuando ya tenés más de 30. “Salir” es otra cosa. En el caso de mi amiga, muchas de sus amigas de la misma edad y más jóvenes también, que hace tan solo unos meses atrás estaban solteras, hoy están directamente embarazadas.
¿Con qué grupo vas a salir en plan “cacería” y compartir la experiencia de rebotar, de fallar, de irte de mambo, de desear… y compartir también lo divertido de todo esto?
Hay algo de lo comunitario que se da en esa época que también genera mucho aprendizaje personal. Mi amiga en su cuestionamiento se preguntaba mucho por el “dónde” (o sea, dónde se podía sentir cómoda en plan “apertura al romance”), pero incluso en los espacios sociales donde se sentía cómoda, no se sentía fluir para ese plan. Así que se preguntó por la comunidad: ¿dónde está la gente que está en la misma? No desde lo terapéutico, no. Su intención no era juntarse a hablar con un coach ontológico de miedos al amor y de limitaciones personales, no quería hacer una meditación de vidas pasadas para desanudar un trauma o tomar flores de bach para abrirse al amor. Su necesidad es, podríamos decir, más operativa:
¿Dónde está mi grupo de pertenencia de esta búsqueda, con quien puedo compartir los detalles, el gossip, las vivencias… en esta aventura de gustarle a otra persona?
¿Es posible que el giro de novedad venga por este lado? ¿Que no se trate tanto de hacer terapia realmente, sino de conectar con el deseo de gustar y ser gustada? ¿De entrar en un mood? ¿Un “Sex and the City mood” donde amor propio viene antes, donde la búsqueda de conexión deja de ser un tarea productivizada con métricas o gameficada —como proponen quizás las apps— y recupera el status de planazo? Donde todo el proceso tiene disfrute, no solo llegar al resultado.
—Me gusta gustarle a un otro, me dice mi amiga. —Cuando seducís y te seducen, se da una energía y esa energía es interesante vivirla. Hay algo en esta declaración que me resulta revelador: un vínculo no solo aporta novedad desde “el otro”, también trae cosas nuevas del interior de nosotras mismas. Cosas que también deseamos, que son necesarias. El acelere de los últimos tiempos podría explicar —al menos en parte— la insatisfacción: no nos damos tiempo ni lugar tiempo a experimentar todo lo que nos pasa con el amor… siendo una parte de eso, hablarlo con amigas en un brunch, en una previa a una salida, en un extenso análisis post encuentro. Esos momentos de reflexión acompañadas, cuentan. Y no se pueden hacer con cualquier amistad: requieren cierta simetría. Que estemos en la misma. Si la simetría no es al 100%, por lo menos tiene que haber un alto grado de empatía.
Lo que sabemos de este club por el momento es que sucede en Discord y es básicamente un espacio para compartir con otras mujeres muy en la misma vibra. No es un servicio de matchmaking con parejas potenciales, sino de matchmaking con personas que están en la misma búsqueda. Interesante giro de los eventos: tampoco es un espacio para ir a hacer terapia de grupo, es un espacio de arengue y apoyo logístico, para acompañarse y mantenerse motivadas en la exploración. Pero también quizás se convierte en un espacio para indagar sobre ¿qué estoy buscando realmente?, sintiendo, como sentimos a los 20, que nadie tenía las respuestas, ni siquiera las que en algún momento “lo encontraban”. Porque nada era definitivo en el amor y porque salir a gustar y “gustarte” era —y es— la verdadera cuestión: una aventura de amor propio, que quizás, de casualidad, te deje con el Santo Grial en la mano.
Dale un poco de tu amor
Y antes de cerrar te tengo que contar sobre el OUTLET FURIOSO, nuestro evento de outlet anual en Monoblock —sucede siempre en Febrero— donde hacemos nuestra limpieza de verano y recolectamos todos los productos que necesitan una segunda oportunidad. Tenemos últimas unidades de productos que ya no vuelven (discontinuos) en perfectísimas condiciones y otros que han sufrido algún pequeño accidente de producción o exhibición y necesitan una mirada amorosa que los adopte. Hay productos con hasta 80% de descuento, todo depende de la falla. ¿Dónde?
2da (con fallas, sin devolución): únicamente en Gurruchaga 770.
Discontinuos: en www.monoblock.tv
Para seguirla:
Una entrevista a Margarita Baumann, la celestina original y creadora de la primera agencia matrimonial de Argentina. ¿Lo interesante? Las razones por las que se retira de su oficio de 30 años.
Esta nota de Clarín donde hay opciones diferentes a las apps para encontrar pareja, con algunos links y nombres si te interesa conectar con alguna.
Una nota sobre una pareja que se formó en Second Life y se casó sin conocerse en la vida real. Toda la historia desafía a la ficción. Me encantaría saber qué piensan de esto.
La escena en The Notebook en el lago. Solo porque sí.
Y la nota que ya no queremos leer más: 25 motivos por los que no encuentras pareja según Elle.
¿Conocés algún otro grupo interesante? ¿Querés armar tu propio grupo de amigas en Discord para encontrar el amor? Logueate a Substack, usá la parte de comentarios para contarnos tu experiencia y conectar.
¡Hasta el próximo jueves!