Feminismo y películas: Barbie vs. Poor Things
La batalla de baile del año tiene una clara ganadora. —por Vik Arrieta
Este episodio tiene una versión en podcast aquí y en Spotify.
Hola happimessy! ¿Cuándo fue la última vez que fuiste al cine a recargar tu imaginación? Yo me perdí el frenesí de Barbie (aunque finalmente la vi, hace poco en mi casa). Pero el finde pasado fui con mi amiga Loli a ver Poor Things (Pobres Criaturas), de director griego Yorgos Lanthimos. Y tengo que decirte, está confirmado:
La inspiración es hija de la exploración. —Mantra de Febrero de tu Agenda Happimess.
¡Qué bien me vino salir a explorar esta peli, con una protagonista (Emma Stone) tan comprometidamente exploradora! Me encantó, si, pero además me estalló la mente de ideas. Está nominada a 11 Oscars, y si me preguntás, se los merece todos. ¿Tendremos otra “Titanic situation”?
Barbie vs. Poor Things: round 1
La última semana se armó un revuelo con las nominaciones de los Oscars a la película Barbie. Resulta que lo nominaron a Ryan Gosling —como mejor actor de reparto, por su interpretación de Ken— pero no a su directora, Greta Gerwig ni a Margot Robbie que fue la ideóloga de todo esto, además de la actriz que representó a la mismísima Barbie. Barbie recibió ocho nominaciones al Oscar, incluyendo además Mejor Película, mejor guión adaptado, Diseño de Vestuario y Diseño de Producción. America Ferrera fue nominada como mejor actriz de reparto.
En un comunicado, Ryan Gosling dijo, "No hay película de Barbie sin Greta Gerwig y Margot Robbie, las dos personas más responsables de esta película que hace historia y es celebrada a nivel mundial." Hay que aclarar que Gerwig y Robbie fueron nominadas, solo que no para mejor directora y mejor actriz. Gerwig recibió una nominación al mejor guión adaptado para película, el cual co-escribió con Noah Baumbach; y Robbie puede recibir la estatuilla como productora ejecutiva si ganan Mejor Película, porque fue ella la responsable de convencer a Mattel de tomar el riesgo de ver a su marca y a su producto estrella “parodiados” en un film. No es nada poco.
Sí, Barbie fue una película interesante con un resultado económico increíble —1 billón de dólares— que además fue concebida, dirigida y protagonizada por mujeres: desde este punto de vista, un triunfo para la causa feminista. Y sin embargo…
Hay algo en esa película que no me deja cómoda. No puedo irme a dormir con una sonrisa después de verla, soy como la princesa que tiene que dormir sobre ocho colchones arriba de un garbanzo. Todavía siento el garbanzo clavado en la espalda.
Pero si vamos a lo concreto, en relación a las nominaciones, Poor Things de momento es una clara ganadora. Y en cuanto a quedarse efectivamente con la estatua dorada… perdón Barbie, pero creo que no tenés chances.
Barbie vs. Poor Things: round 2
Tanto Barbie como Poor Things son películas en el género “coming of age”, un género literario y cinematográfico que se centra en el crecimiento psicológico y moral de la protagonista, por lo general desde su niñez o su juventud. El registro de su evolución personal queda plasmado en sus epifanías o realizaciones, a medida que distintas situaciones impulsan sus aprendizajes, su conocimiento del mundo o de si misma, su reconocimiento de sus emociones y sentimientos, su identidad, su filosofía de vida o en qué cree el personaje en cuestión.
En ambos casos, la protagonista se desplaza por este arco en el que los velos de la inocencia caen y se encuentra frente a la libertad de elegir qué nueva persona quiere ser, ahora que sabe que el mundo es más complejo, peligroso, interesante y manipulable de lo que creía. La protagonista descubre que tiene un poder y tiene que elegir cómo va a usarlo. Esta estructura narrativa es parte del famoso Camino del Héroe descripto por Joseph Campbell, y si te resuena verdadera, es porque es arquetípica: son patrones universales que están en nuestro inconsciente colectivo. Las conocemos desde siempre. Entonces, desde esta estructura formal, podemos tomar las dos películas y “desempacar” qué es lo que nos trae cada una, como metáfora universal, sobre las mujeres: acá es donde se pone interesante.
Es difícil no spoilear un poquititito, por lo que te sugiero que si no las viste aún y querés ir a verlas sin mirar ni el trailer, pongas una pausita a este texto y vuelvas luego, o en todo caso asumas el riesgo de sentarte a verlas con ideas previas. Por mi parte, daré la menor cantidad de datos sobre la trama posibles.
En ambos casos, la historia se centra en mujeres que se nos presentan como absolutamente inocentes: ambas viven en mundos que fueron diseñados para ellas, desconociendo por completo que existe un mundo diferente “allá afuera”… hasta que lo descubren. Ambas, a partir de ese momento, sienten el llamado de la aventura y responden emprendiendo un viaje. En ambos casos, un hombre aparece en forma oportuna para “acompañarlas”, pero aquí sí las diferencias son muy notorias: de un lado tenemos a Ken, un hombre dulce y tan inocente como Barbie, mientras que del otro lado tenemos a un mujeriego “womanizer” que en ningún momento esconde ni sus intenciones ni su opinión sobre el rol y función de las mujeres.
La inclusión de este actor secundario en ambas historias no es casual, es un personaje necesario que va a empujar la evolución de nuestras protagonistas. El resultado también será muy diferente. Esa tensión, entre la cercanía de dos mujeres que se presentan como niñas que eligen madurar y la distancia de las mujeres en las que se convierten, en el contexto en el que estos personajes se nos presentan a las audiencias hoy, me pareció una oportunidad de análisis fascinante. Para vos, ¿quién hace un arco evolutivo más impactante? ¿Qué “aventura” es la más desafiante y con la que te sentís más identificada?
Round 3: ¿choque de feminismos?
Sumemos a la mesa a Plutón. (Sospecho que voy a estar un poco densa con este tema, pero me encanta hilar datos aparentemente inconexos para darle sentido a la matriz. Aguántenme un poco que les prometo que hay algo interesante).
Como les conté acá, Plutón salió de Capricornio para entrar en Acuario. Los arquetipos de Capricornio y Acuario tienen muchas diferencias pero coinciden en una cosa: a ambos les interesa el poder a escala sistémica. Esto quiere decir que los temas que tocan son los que nos enlazan en sociedad, como los sistemas políticos, económicos y todos los horizontes de sentido que construyamos colectivamente. Por ende…
…me gustaría pensar que los feminismos que vamos a encontrarnos en la época acuariana de Plutón, van a ser muy diferentes a los que conocimos en los últimos 20 años.
Y estas dos películas, tan cerquita una de la otra, parecen querer ilustrarlos a ambos. (Desde ya todas las personas adeptas a la astrología están invitadísimas a comentar sobre este tema y ofrecer sus ideas y puntos de vista).
Barbie es una película muy Plutón en Capricornio: todo es bello, exitoso y posado. Todas las muñecas son la mejor en lo que son, no hay dos Barbie presidente, ni dos Barbie doctora, es solo una, la mejor que existe. No puede haber tampoco dos Barbie arquetípica, incluso cuando Barbie es el arquetipo base de todas las otras muñecas. Todo es monocromo rosa, híper femenino (Capricornio marca una época de energía astral femenina). Hay un status quo que debe ser respetado: en la película vemos que cuando ese status se pierde, se lucha hasta que se recupera. El orden vuelve a ser instaurado y la transformación no existe realmente: el mundo sigue siendo rosa. La casa de Barbie sigue siendo “de Barbie”. La madurez de la mujer niña inocente es alcanzada cuando Barbie aplica a un trabajo. Barbie se ha vuelto una Girlboss.
Poor Things, en cambio, es para mi todo lo que nos trae Plutón en Acuario: ciencia, imaginación, creatividad, idealismo. En esta historia, la libertad se resignifica minuto a minuto: donde pensamos que había un límite imposible de cruzar, aparece algo más allá. Hay belleza en lo grotesco. No hay moderación. A la protagonista la desafía su inconformismo: ¿Por qué no hacen esto todo el día?, se pregunta. Desde el comienzo, nos impacta la libertad de expresión y en distintas ocasiones nos van a mostrar al “status quo” intentando contener la expresión más auténtica. En esta película la sexualidad es un juego y la amistad ocupa un lugar mucho más importante. La provocación es constante. La injusticia moviliza una acción violenta.
La cosa es tan llamativa que parece orquestada por el Cosmos. ¿Cuál de estos dos enfoques te parece más actual? O mejor respóndemelo así: ¿quién gana la batalla en la pista de baile?
La cuestión del garbanzo (y mi ganadora)
En esta contienda imaginaria se enfrentan una muñeca y una “mujer salvaje”. Ambas intentarán darle sentido al mundo y retratar lo que nos pasa, como mujeres, cuando intentamos formar parte de él. Sus POV dictan su abordaje.
En este punto tengo que preguntarme si lo que vemos en Poor Things es un avance de un nuevo concepto de feminismo. Sin duda hay un diálogo, muy claro y evidente, en ambas películas con el patriarcado. Pero el enfoque de este diálogo y la postura de la protagonista de Poor Things, son para el feminismo de los últimos años algo… inesperado.
Quizás el desplazamiento de época (si bien es una fantasía distópica, sin línea clara de tiempo) hacia lo que parece ser una Francia post revolucionaria son un indicativo de esa intención por parte del director: emplazar esta historia en un contexto político revolucionario. (El libro original transcurre en una Londres “victoriana”, circa 1900).
Al principio dije que Barbie me dejó incómoda, con ese “garbanzo” que empuja a través de la pila de colchones. Y es que la conclusión de la película no me lleva (en principio) hacia ningún lugar de reflexión ni propuesta de evolución que resuelva el problema de inequidad al cual apunta el feminismo: Barbie se va a laburar y Ken se queda en el mundo de fantasía, aceptando que no puede tener a Barbie sin su consentimiento y reconociendo su libertad y su “poder”. Se resuelve así una situación de cambio de rol al mejor estilo Sopa de gemelas en el que cada uno prueba lo que es sentirse como el otro.
Ken se siente Kenough porque aprende finalmente lo que tuvimos que aprender las mujeres: a estar contentas siendo un personaje secundario.
No hay chances de que sean iguales acá. La victoria de Barbie parece ser a costa de la derrota de Ken. En definitiva, sigue siendo una relación desigual. No hay cambio, capricornio style. Barbie no es para nada revolucionaria. (Puedo argumentar algo a favor de visibilizar a las masculinidades hoy, sintiéndose ignoradas y sobrepasadas por las demandas de evolución… pero no diría que es un objetivo de la peli resolver esa situación.).
¿Y en Poor Things? ¿No hay acaso ningún garbanzo de incomodidad? Pues acá sí que no puedo decirte más sin dar detalles de la trama. Pero si ya la vistes… te dejo algo más:
ALERTA DE SPOILER, continúa bajo tu propio riesgo o salteá hasta el próximo título.
En ambas películas, las protagonistas terminan su viaje sin encontrar un compañero definitivo. No son “historias de amor” en el sentido más canónico del género, pero la pregunta está bien declarada y presente. ¿Solas o “libres”? ¿Cuál es la razón? ¿Es porque no encuentran un igual, una “pareja”? ¿Porque los hombres alrededor, no “están a la altura” (del éxito capricorniano)? Porque también podemos pensar que hay una elección, a favor de la libertad y de otra mirada sobre los vínculos (Acuario). Y acá te la dejo picando —y picante— para que me digas cómo lo ves, porque yo creo que en ambos casos, el final es muy significativo.
Para seguirla:
Creo que este diálogo entre películas da para muchísimo, pero tienen que verlas. ¿Qué definirá la Academia? ¿Serán status quo y rechazarán la libertad expresiva de Poor Things a favor del éxito económico de Barbie? Lo veremos el 10 de marzo.
Este texto de Tracy Clark-Flory (que leí ANTES de ver la película Poor Things y me ayudo a verla con otros lentes desde el primer minuto) tiene algunas ideas interesantes para seguir ampliando (a la cual yo sumaría como palabra clave y dato, la pregunta “¿y la menstruación?”):
Yo esperaré por mi lado que tiene para decir Ferni Moreno sobre vestuario, porque es MARAVILLOSO:
Los pósters de Poor Things son de Vasilis Marmatakis: datita para las graphic designers out there (thanx a Loli Nocito, que también fue la que me invitó al cine porque sabía que yo iba a disfrutar el estilismo tanto como ella, sin imaginar que nos íbamos a encontrar con un peliculón inolvidable). Qué hermoso es compartir.
¡Hasta el próximo jueves!
Las dos logran un cambio radical de paradigma en el final. Ya sea comunitario como en el caso de Barbie o más personal como en Poor Things que logra una familia diferente, diversa y justiciera (beeeee, el general cabra). Con Barbie la verdad es que no me identifiqué en ningún momento y con ningún personaje. Con Poor Things en muchos. Los hombres juegan un rol que se parece al de hombres que hemos conocido o que al menos representan ENTORNOS que transitamos.